miércoles, 1 de agosto de 2007

Un cuento...

Construcción

La aparición de historias mentales me llevan a construir una en especial.. tu historia conmigo. Tu relación con mi ser, conexión virtuo espiritual, coqueteo sin gestos, palabras sin voz.
Sin embargo, aquí estas, sonando desde esta pantalla, suenas, o por lo menos suena parte de ti… suena el viento que eres tu, suena en mi memoria y lo evoco al querer traer tu recuerdo…
Los imaginarios que soy capaz de construir son inmesurables, mi mundo es mental y de eso soy muy conciente, tanto que me duele la cabeza de tanto pensar lo impensable, de imaginar repetitivamente esta historia, pero subrepticiamente se ha ido construyendo en base a sutilezas.
El día nublado tiene una nota de desarmonía, al igual que mi casa, desorden y melancolía. Justamente por que faltas tú. Esta historia se construye a través de puentes imaginarios e invisibles. De la relación invisible, sin gestos ni palabras con sonidos, y sonidos sin palabras, musica y silencios, de lo que te he escrito y otros registros, como recuerdos del haber hecho música contigo y que me fui de este mundo por algún minuto, saludos con alguna intencionalidad detrás que no deja de intrigarme.

Te construyo en mi imaginario, en un tiempo no sincrónico y un espacio que no es el mío, alejado, pero al mismo tiempo sé que existes, inmensurable y distinta. Pero al mismo tiempo común y corriente, sin adornos de revistas, de platos grandes y de colores y cortinas compradas en una tienda de decoración, sino sin muchos adornos, a media luz, a tiempo completo. Simple y sencilla, con palabras complejas y lagunas mentales.
En esta historia, yo me quedé solo en esta capital de cemento gris. Yo me quedo con el gran departamento vacío sin tu sombra, sin tu estela, sin tu risa. Todavía siento el fantasma aquel de la noche efímera. Fantasma de gemidos y palabras de poeta. En el aire flotan resabios de la noche, flotan miradas, retorcijones en el colchón, una risa estruendosa por que el vino te hace gracia, una ceniza de cigarrillo, un bocanada de humo verde, tu aroma y la complicidad duerme en mi almohada.
Te pienso y no pudo agarrarte, te quedas en mi mente, entre un montón de neuronas, en un paquete de energía, pero no te quedas acá. Aquí junto a mi. En este madito dia gris. Quiero verte y solo me queda tu aire, quiero tocarte y solo me queda tu espacio.

El sueño se dio vuelta, fui yo la que te construye a ti. – dijiste en sueños.
En sueños te dije que no acabaras de existir- no puedo verte, dije al verte

Así fue como desapareciste. Entre risas, fragmentos de espacios y tiempo sumergido en el inconciente. Dije que te quiero recuperar, me propuse verte, te quise cerca. Pero te desvaneces al querer crearte. Tus manos flacas, tus ojos almendra y tu risa con muchos dientes.
Las cosas se deshacen mientras la luz entra a esta historia, y el absurdo ya es capaz de tocarte, ya no te deshaces, por que a cada palabra eres mas real. Te diste vuelta y te doy un beso. Me miraste y te alejaste, desapareciste nuevamente, como el viento y de nuevo, me quedo con tu ultimo aliento. Te llevó el invierno.
Pero todo fue un sueño.
Aquí en este día gris.. en donde puedo ver un árbol desde la ventana de mi casa, desde donde en la horizontalidad me hundo en los pensamientos y saberes de la maldita mente que no deja de decirme palabras… y ahí estas, apareces, bailas, te desapareces. Te esfumas como ese humo que tanto fumas, cierras los ojos y te lanzas al vacío.
Pero al fin, da lo mismo que existas o no, que tu perfume flote en el aire o no, si puedo o no escuchar tu voz o a tus manos al percutir un tambor. O si tu sonrisa la dibujé yo o si en verdad, alguna vez me sonreiste. Lo importante es esto. Estás, construida y destruida, existes… ya existes en mi.

No hay comentarios: